• La Escuela Internacional de Cocina de Valladolid descubre las combinaciones más exquisitas para celebrar el día de los enamorados con una experiencia gastronómica inolvidable.

El día de San Valentín es la ocasión ideal para compartir momentos especiales y deleitarse con sabores que enamoran. La Escuela Internacional de Cocina de Valladolid ha preparado una selección exclusiva de maridajes de vino y queso, diseñada para cautivar los paladares más exigentes y convertir cada bocado en una experiencia sensorial única.

Desde la frescura de los quesos suaves hasta la intensidad de los curados, cada combinación ha sido cuidadosamente seleccionada para realzar las características de cada producto. Para los amantes de los sabores delicados, los quesos frescos como el de cabra o el queso fresco de vaca encuentran su pareja ideal en vinos blancos jóvenes y afrutados, como un Albariño de la D.O. Rías Baixas o un Sauvignon Blanc de la D.O. Rueda, cuya acidez y notas cítricas resaltan la frescura del queso.

Aquellos que prefieren la cremosidad de los quesos de pasta blanda, como el Brie o el Camembert, podrán disfrutar de un equilibrio perfecto con tintos ligeros y frutales, como un Pinot Noir de la D.O. Navarra o una Garnacha de la D.O. Campo de Borja. Por otro lado, los quesos de pasta semidura, como el Gouda o el Manchego semicurado, encuentran su mejor complemento en vinos blancos con barrica, como un Chardonnay de la D.O. Penedés o un Verdejo fermentado en barrica de la D.O. Rueda, cuyos matices de vainilla y frutos secos realzan la complejidad del queso.

Para los paladares más audaces, los quesos azules, como el Roquefort o el Cabrales, crean una combinación inigualable con vinos dulces como un Moscatel de la D.O. Valencia o un Pedro Ximénez de la D.O. Montilla-Moriles, logrando un contraste armonioso entre la intensidad del queso y la dulzura del vino. Los quesos curados, como el Parmesano o el Manchego curado, se fusionan con la estructura de tintos con cuerpo y taninos pronunciados, como un Tempranillo de la D.O. Ribera del Duero o un Syrah de la D.O. Somontano, generando una combinación robusta y envolvente.

Los quesos de cabra, como el Chabichou o el Queso de Rulo, encuentran su complemento ideal en vinos blancos aromáticos y frescos como un Riesling de la D.O. Mosel o un Gewürztraminer de la D.O. Alsacia, cuyas notas florales resaltan la complejidad del queso. Finalmente, los amantes de los sabores ahumados podrán disfrutar de la combinación entre quesos como el Idiazábal ahumado o el Provolone ahumado con tintos de crianza como un Cabernet Sauvignon de la D.O. Penedés o un Merlot de la D.O. Navarra, una opción sofisticada para una noche especial.

Con estas exquisitas propuestas, la Escuela Internacional de Cocina de Valladolid invita a los amantes de la gastronomía a celebrar San Valentín con una cata inolvidable de quesos y vinos, disfrutando de la magia de experimentar para encontrar el maridaje que conquiste cada paladar.